viernes, 29 de mayo de 2015

“Los smartphones Salvarán la Ciudad”

Serie La Ciudad n° 2
SenseABLE Citys Lab.


…..

Miro un poco afuera y me detengo
La ciudad se derrumba y yo cantando
La gente que me odia y que me quiere
No me va a perdonar que me distraiga.

…..
                               Silvio Rodríguez
                               Te doy una canción

                               Álbum Mujeres (1978)

Estaba videando, gozando y sufriendo “con Silvio por los barrios de la Habana” cuando cantó esta preciosa canción tan llena de melancolía y de enorme potencia que yo la había escuchado tantas veces, y de pronto llega a esta estrofa de cuatro versos, y cual disparo certero al corazón me sacudo y caigo al suelo, incrédulo, maravillado y perplejo por la actualidad del segundo verso que hace 37 años compusiera anunciando no sólo una circunstancia particular de esa época en la Habana, sino una realidad que alude y persiste para cualquier ciudad contemporánea y con ella a la civilización de corte patriarcal que le dio origen.

Cualquier ciudadano más o menos informado y más aún los estudiosos del tema y con mayor razón los expertos, coinciden en reconocer y algunos en declarar que hay una profunda crisis en aquello que nos caracteriza: el deseo mayoritario o el hecho de habitar en alguna de las ciudades de este planeta. Y es que es una paradoja inexplicable. ¿Cómo es posible que todos aspiren a vivir o de hecho vivan en la ciudad cuando objetivamente sabemos que son como inmensos  organismos de crecimiento incontrolable y maligno, que consumen casi la totalidad de todo (alimentos, energía, recursos, materias primas, y vidas humanas) y excretan incalculables cantidades de basura, desechos contaminantes, gases de efecto invernadero, y allí donde se ubican, destruyen el ecosistema y afectan lentamente la salud de sus habitantes?

Entonces la ciudad se construye y se destruye y algunos como Silvio se desesperan y cantan; otros también cantan pero loas a la tecnología como el caso de Carlo Ratti que cree que es posible salvar a la ciudad con alta tecnología (juguetes tecnológicos como smartphones, pequeños sensores de todo tipo y otros) para hacerla más sensible y eficiente y poder reaccionar más prontamente a cualquier desborde que se produzca. Las Senseable Citys según su propuesta.

Se puede ver el programa de Redes n° 162 de "ciudadanos en Red" emitido por televisión española el 30 de junio de 2013 donde entrevistan a Carlo Ratti sobre las propuestas de ese laboratorio que el dirige en el M.I.T. (Masachuset's Institute for Tecnology) en este sitio: 
http://www.redesparalaciencia.com/8943/redes/redes-162-ciudadanos-en-red

Se trata de instalar en la ciudad una buena cantidad de sensores de todo tipo dependiendo de lo que se quiera medir, como una sala de terapia intensiva, y subir los resultados a la red para que cualquier ciudadano con su smartphone (dispositivo que se presume, todo el mundo tiene) pueda observar los signos vitales de ese monstruo que agoniza y jadea. Entonces Carlo Ratti propone al M.I.T. una serie de programas en un laboratorio que les permita testear estos dispositivos y armar con ellos una imagen 3D que reúna toda la información que cada segundo se va midiendo en una capa virtual espacializada que cubre la ciudad y nos permite visualizar el jadeo del monstruo.

LIVE Singapore!

El vídeo nos muestra esta propuesta en funcionamiento en la ciudad de Singapur donde se mide por ejemplo el consumo de energía por pequeñas áreas, o que pasa cuando llueve sobre la ciudad o, por último el destino de los containers que exporta esta república al mundo.

Es una idea fascinante. Nunca antes habíamos podido verlo. La tecnología existe y el ingenio permitirá ensamblarla para poder apreciar en el momento esa tomografía en movimiento. Una de las razones de peso fue que normalmente en las ciudades siempre ocurren disfunciones que en muy corto tiempo producen un caos. Los encargados de solucionar estas disfunciones no se enteran con la prontitud necesaria para acudir y solucionar el problema. Con este modelo que servirá tanto para las autoridades encargadas como para los usuarios moradores, transeúntes, etc., podremos reaccionar inmediatamente y estar informados “en tiempo real” de todo lo que el modelo mida.

Se trata entonces de mostrar las ciudades como un organismo vivo pero sensible y público y con ello incrementar notablemente la eficiencia de su funcionamiento y como consecuencia nos prometen un lugar más habitable del que hoy existe, más eficaz.

Rio de Janeiro ya se enroló entre las ciudades que usan estos beneficios. Es comprensible que para un visitante o un habitante de una ciudad tan intrincada y compleja tenga que recurrir a estos medios para por ejemplo saber donde está y como llegar a donde quiere ir de la forma más factible y usando el medio de transporte o la combinación más adecuada.



En el vídeo podemos ver seis ejemplos de aplicaciones para integrar una ciudad de Río de Janeiro más amable aún de lo que ya era.

¿Qué política está implícita en este planteo del M.I.T. a través de este laboratorio? Yo creo que para Ratti está claro que había que plantearse un programa muy práctico y funcional. Aprovechar la tecnología existente para mostrar y usar la información que se genere para que la ciudad, tal como está, use mejor sus recursos, sea más eficiente, y cumpla de mejor manera uno de sus propósitos: el de ser el mejor ámbito para vivir en sociedad de este modo civilizatorio que la humanidad ha escogido y que ha entrado en la decadencia final junto con el sistema económico internacional y la destrucción del planeta. Es decir ningún cambio estructural al concepto de ciudad ni al sistema que ha moldeado si fisonomía. Eso si nuestro smartphone con una nueva aplicación más, entre otras muchas.


Cada quien en su burbuja por la ciudad

Y en sus apartamentos


Hiperconectados pero sin comunicación verdadera

domingo, 15 de marzo de 2015

Una tragedia en Carnaval


SERIE: La Ciudad n° 1
Rio de Janeiro, 1959





Mascara de Moreno
Carnaval de Oruro - Bolivia





En este mes pasado de carnavales, que comienza pronto con los preparativos, compadres, comadres, Anata o carnaval andino, Oruro con su fastuosa entrada que toma todo el día y parte de la noche, el martes de carnaval con las tradicionales ch'allas con cuetes, serpentinas y confites, las k'oas a la pachamama, y por último, el corso de corsos en la llajta, que pareciera que el desmadre no se acaba nunca, hemos decidido con mi colega y amigo Oscar iniciar una serie de entradas sobre La Ciudad.

Como el ambiente toma ese rumbo y no se puede uno abstraer de él, me acordé que algún momento hace muchos años, vi una película que me impactó y me gustó mucho porque muestra que junto con la alegría y el desenfreno generalizado suelen ocurrir también tragedias. Se trata de la película Orfeo Negro, dirigida por Marcel Camus, una realización franco-ítalo-carioca de 1959 filmada en el carnaval de Rio con integrantes de la favela Babilonia(pelicula completa), donde se vuelve a tomar el argumento de la tragedia greco-latina de Orfeo y Eurídice, actualizándolo y proyectándolo hacia adelante en el tiempo como un sino cíclico que pesa a la humanidad y no parece acabar.

Pero en este momento nos interesa la ciudad consustancial con la civilización humana porque existen un sinfín de problemas no resueltos y que no parece vislumbrarse solución. La preferencia humana mayoritaria de ser habitante de una ciudad (citadino) como punto de partida y en esa condición desarrollar su existencia con todas las ventajas que se quieran enumerar, pero a la vez con algunas desventajas o consecuencias más graves aún que no son fáciles de olvidar por la mega crisis de sobre-vivencia de nuestra condición humana que la propia ciudad plantea y contribuye en gran medida a agravar.

¿Qué tiene que ver la película mencionada con el problema de la preferencia generalizada por la ciudad?
  • Que la tragedia se actualiza en esta época en la ciudad de Rio de Janeiro en la favela Babilonia
  • donde Eurídice llega del interior a visitar a su prima Serafina y escapando de un acosador que quiere matarla, según ella.
  • Pero, sobre todo porque en los primeros 13 minutos de la película, el director nos muestra en forma sintética y magistral, la llegada de Eurídice a Rio y cómo esta ciudad maravillosa se presenta a una inexperta pueblerina que pretende visitar a su prima y llega en vísperas de carnaval.

Como el cine es el arte de imágenes en movimiento, vamos a rescatar una serie de imágenes fijas de esta confrontación:


Llegada de Eurídice a Rio en un transbordador que se anuncia con su bocina ronca y que muy pronto nos coloca en el contexto de las vísperas de carnaval con la euforia de la gente bailando al son de una samba.

La imagen nos muestra la bahía de Niteroi al frente del puerto que está muy próximo al centro de la ciudad de Rio de Janeiro.



El ciego vendedor de molinillos de viento que también viaja en el transbordador, trayendo sus baratijas a la ciudad para vender en carnaval.

Al desembarcar choca casualmente con Eurídice produciéndole un arrebato mayúsculo que pretende subsanar regalándole un collar amarillo de papel y animándola a no preocuparse por su suerte porque una vez en tierra firme el sabe perfectamente como arreglerse en la gran ciudad.

El descenso de Eurídice con el ciego tomado del brazo en medio de la comparsa que viajaba bailando y cantando al son de una samba que sonará y sonará durante toda la película como leitmotiv contextual que nos recuerda constantemente que no es un instante ordinario, estamos en carnaval y el carnaval trastoca completamente la cotidianeidad, trasgrede las normas establecidas es subversivo y sorprendente.


Al salir del embarcadero, Eurídice cruza una especie de feria donde se ofrece de todo, un laberinto de productos, un atractor de ilusiones que el director muestra en la película en instantáneas rápidas y muy acertadas.

Ya estamos en la gran ciudad.
Toda gran ciudad la tiene. es la magia de la concentración, del apretujamiento, de la ilusión.

Una próspera vendedora ofreciendo cebolla para la sazón.

Donde ella mire aparece un nuevo producto, hermosamente arreglado y expuesto. Cada instante es un nuevo cuadro con una composición perfecta, completa. Ocupación plena de la imagen, abundancia = felicidad.

Un carnicero amable descuelga un gancho con una enorme pieza de carne y le ofrece un trozo de bisteck, ausente habitualmente del menú popular.


No podían faltar las legumbres. De menor costo merecen un vendedor ambulante que al compás de la samba gira y aparece y reaparece con su sombrero alón rebalsando hojas.

Oh no, se coló un calamar en medio de las hojas. No importa el ambulante le ofrece otra cosa. Quiere pasear con ella y..... Tal vez.



Detrás del verdulero aparece un gran pescado nadando zigzagueante en medio de la aglomeración. 

¡Hasta os peixes danҫan no carnaval de Rio de Janeiro!!!









Si no va ha comprar comida, de repente le interesa adornarse y en medio de los adornos de todo tipo aparece el vendedor de abalorios ofreciendo collares.









Y en fracción de segundos (un augenblick como dirían los alemanes) irrumpe, desde abajo un enmascarado y desaparece, no sólo infringiendo los parámetros espacio-temporales sino también el límite entre la vigilia y el sueño/pesadilla que ya anuncia el tema de la película. La tragedia que se avecina.





Por fin Eurídice logra atravesar este parque de fantasía y entra en la ciudad convencional,con sus calles y avenidas donde todo parece "normal": semáforos que detienen el tráfico vehicular, unos cuantos buses amarillos que se detienen en la luz roja, franja de cruce peatonal delimitada, grandes edificios de diferentes épocas, unos republicanos y otros "modernos". Pero Eurídice tiene que tomar el tranvía que la llevará hasta el pie del morro de la favela donde vive su prima Serafina.




Si este recibimiento por la feria del embarcadero ya la dejó abrumada de imágenes desconcertantes por la diversidad y la velocidad, al ingresar en el centro de la ciudad la gran ciudad la convierte en hormiga que se desplaza entre medio de edificios gigantescos unas veces por los bordes y otras por debajo como el gran edificio moderno lecorbusiano que le toca cruzar en su camino.


Hormiguita Eurídice recibe de golpe el impacto de una ciudad vacía con edificios descomunales pero aplastantes producto del modernismo imperante y del racionalismo que la arquitectura y el urbanismo adoptaron en esa época. Un centro administrativo concentrado en edificios enormes alimentado por ejes maestros en forma de cruz y los barrios residenciales rodeando a este. En resumen la separación de funciones que ocasiona como lo vemos el vaciamiento del centro en días festivos. La muerte del centro en ciertos momentos de la semana.

Pero en Rio de Janeiro y en víspera de carnaval no, porque un poco más allá Eurídice encuentra la ciudad vieja antigüa mucho más humana y poblada porque mantiene todas las funciones unidas y se resiste junto con la topografía a embarcarse en el racionalismo que avasalla con sus inmensos despropósitos.

Entonces por fin encuentra el tranvía que la llevará hasta el borde del morro.

Oh no, el tranvía está repleto hasta desbordar. Y su destino es Babilonia. Morro pegado al centro que a manera de Zigurat aloja la favela donde viven Orféo, su prima Serafina y donde se realiza la actualización de la tragedia.

Pero el tranvía parece que se va a detener. disminuye la velocidad y...






aparece el conductor (Orfeo) y le consulta si la lleva.












De repente sale un brazo de la multitud, la toma por la cintura y la sube al tranvía que aparentemente no tenía ni un mínimo lugar para nadie más.








Ya en la parada final, Orfeo encarga a Hermes, el cuidador quien conoce a todo el mundo, que se haga cargo de la recién llegada. Hermes le muestra el camino hacia su prima subiendo el morro por una escalera interminable que indefectiblemente la llevará a su destino.

Todo esto sucede en nueve minuto de la película descontando los cuatro primeros destinados a contextualizar al espectador en la favela y sus moradores mientras van apareciendo los créditos de la película a la manera europea de presentarlos al principio.

Entonces, ¿cómo hacer para que este material sirva para empezar esta serie de la ciudad, con una aproximación antigua a la ciudad maravillosa de Rio de Janeiro y una de sus favelas?

Si tomamos la totalidad de la película como un “texto” que vuelve a tomar el tema de la tragedia con toda normalidad, podemos aceptar, como lo plantea Daniel Arrieta (Arrieta, 2014)(artículo) las categorías de hipertexto de un hipotexto anterior constituido por el mito y las obras de Virgilio y Ovidio de la época greco-latina donde se lo despliega inicialmente. En ese caso, el análisis realizado como análisis literario nos muestra que en la película se produce necesariamente una expansión tanto temática como estilística puesto que las obras originales venían en verso y la película en los diálogos utiliza el idioma coloquial y particularmente el portugués carioca de las favelas (sin entrar en un dialecto barrial incomprensible) no sujeto estrictamente a la trama de la tragedia sino que la desborda. Además, que el soporte de la obra viene en imágenes y diálogos que muestran mucho más que el mero guión literario produciendo una nueva expansión muy rica hacia otros posibles temas como el contexto cultural y espacial de la ciudad de Rio y su favela y las circunstancias en las que la vida de los personajes se desarrolla en ese espacio-tiempo concreto.

Este es el justificativo que nos animó a tomar esta película y servirnos de ese incremento gratuito que la expansión de este hipertexto nos brinda para iniciar la serie sobre la ciudad. Y además porque el director al armar cada toma nos está regalando contextos espaciales y circunstanciales muy precisos a lo que quiere comunicar y con ello podemos concluir en la afirmación de Arrieta: que el hipertexto puede tomarse como crítica; o también que la crítica puede tomar la forma de hipertexto de un hipotexto anterior.

En la serie de imágenes hemos hecho una diferencia que surgió por casualidad. Nuestro interés era que en la foto del edificio le corbusiano se pudiera apreciar que aquella manchita blanca que cruza la explanada del edificio era Eurídice y así la agrandamos la foto. La foto anterior que muestra desde arriba una imagen del centro despoblado con otros edificios pertenece al mismo conjunto por lo que también fue agrandada. Esa diferencia entre fotos pequeñas en los márgenes y fotos grandes en el centro nos hace caer en cuenta que además hay una diferencia medular entre las dos series. Se trata de la distinción entre Lugar y No Lugar que con tanto acierto Marc Augé (Augé 2000)(sobre el autor) caracterizó con el concepto de "no-lugar" la realidad presente designándolo: como "lugares de transitoriedad que no tienen suficiente importancia para ser considerados como "lugares". Son lugares antropológicos los históricos o los vitales, así como aquellos otros espacios en los que nos relacionamos. Un no-lugar es una autopista, una habitación de hotel, un aeropuerto o un supermercado... Carece de la configuración de los espacios, es en cambio circunstancial, casi exclusivamente definido por el pasar de individuos. No personaliza ni aporta a la identidad porque no es fácil interiorizar sus aspectos o componentes. Y en ellos la relación o comunicación es más artificial."

Y de esta manera queda perfectamente claro que las dos series de imágenes presentadas encuentran su soporte teórico en la teoría de los no-lugares porque está claro que la feria del embarcadero con toda su variedad es un lugar y que en el tema del transporte público que si bien está categorizado como no lugar es porque es anónimo, funcional, nos sirve un momento para trasladarnos pero en el caso del tranvía n° 49 que lo conduce Orfeo que además su destino es la parada final al pié de la favela Babilonia y que ese día no cobró pasaje a Eurídice, no cabe duda que pertenece a los lugares. Y es que en latino-américa no es de nuestro agrado que el transporte público permanezca entre los no-lugares y hacemos lo posible para transformarlo en un lugar que tenga una identidad muy clara colándole algún esticker del club de fútbol del conductor o pintándole algún refrán o incluso bautizándolo con algún nombre.

O el mismo caso de las favelas que por definición son zonas ilegales de la ciudad de crecimiento espontáneo e irregular y que no están aprobadas por el municipio por no someterse a ninguna norma urbanística ni legal y cuya existencia se justifica en la medida que ocupa un lugar que no es susceptible de normalizar por el urbanismo clásico y cuya situación no puede ser más ventajosa para sus ocupantes puesto que la mayoría de ellas está a unos pasos del centro o de las zonas residenciales más importantes de la ciudad donde se ocupan y consiguen el sustento diario.

Pero las favelas muy pronto se autoconstruyen, se sobreconstruyen, se hiperdensifican, y se convierten en guetos inaccesibles por su condición laberíntica, que alojan parasitariamente a pandillas y cárteles mafiosos haciendo muy difícil su control y captura en desmedro del resto de sus ocupantes. Con esta descripción no estoy queriendo afirmar que su destino perverso sea la condición inherente de toda favela antes bien creo que es el desemboque posible de cualquiera de las muchas y distintas formas que la ciudad contemporánea aloja en sus modos de habitar y que más bien se debe al sistema capitalista que resuena y en última instancia determina el rumbo de estas modalidades bajo la única consigna: que el dinero es lo único que vale en este mundo y que hay que hacerlo por cualquier medio posible y de forma lo más rápidamente posible.
Pero eso no podía seguir así indefinidamente y menos en vísperas de un mundial de futbol. Entonces se procedió a desalojar aquellas favelas que estaban muy próximas y visibles a las zonas más emblemáticas de la Rio turística con una verdadera operación de guerra, y el reciente carnaval 2015 se desplegó con toda su fastuosidad nuevamente en un gran espectáculo como siempre. Multiracial, plurieconómico y multicolor.


lunes, 14 de julio de 2014

Gesto Descolonizador: GIRAR A LA IZQUIERDA

Reloj del Congreso - Bolivia











Imagen reciente del reloj del Congreso del Estado Plurinacional.







La inversión de la posición de los números de la cara del reloj obliga al mismo a girar al otro lado. Una modificación mecánica muy simple pero que tiene un mensaje muy interesante de múltiples sentidos.

Algunas reacciones habituales se escucharon: ¡Que estupidez! No es ninguna estupidez. Se ubica entre las cosas que disparan una cantidad de significados que si los empezamos a abrir podremos recién vislumbrar si tienen o no consistencia y si son coherentes con estos tiempos de cambio en los que hemos decidido situarnos.

Ya sabemos que las maneras de medir el tiempo son una convención que todos hemos aceptado por cálculo y que sólo rige para nuestro sistema solar y desde nuestro planeta. Sin embargo también sabemos que el calendario actual que usamos no es el más exacto porque tenemos que corregirlo cada cuatro años agregándole un día a Febrero para que siga siendo útil. En todo caso el calendario maya es más exacto porque no es sólo numérico sino absolutamente sincronizado, cósmico, cíclico y lunar.

Pero ¿por qué el giro al otro lado? Podemos aceptar la explicación del canciller porque es el que le dio origen al cambio, que propone hacer rápidamente la prueba construyendo un reloj solar con un palito clavado sobre la tierra y observando a que lado gira la sombra del palito con el desplazamiento del sol. Pues ni más ni menos que como nuestro reloj actual del congreso. Tiene un movimiento levógiro, es decir que gira a la izquierda respecto de nosotros. Claro que en el hemisferio boreal del norte ocurriría lo contrario, vale decir que tendría un movimiento dextrógiro o hacia la derecha.

El tema de la dirección del giro en la naturaleza y el cosmos me estuvo inquietando desde hace varios años. Me pregunté si los fenómenos tendrán una sola dirección cuando giran o tendrán una dirección preferencial o mayoritaria. Para responder estuve recogiendo algunos ejemplos y llegué a una conclusión de la sola observación. Parece y digo parece porque no puedo estar seguro, que los fenómenos de la naturaleza tienen la preferencia o la tendencia de moverse en levógiro o a la izquierda.

Veamos algunos ejemplos.
Arquímedes en la bañera

Después que Arquímedes de Siracusa profirió el emblemático grito de "eureka", destapó la bañera y no se fijó, por la prisa de anotar el descubrimiento, que el agua inmediatamente empezó a vaciarse por el sumidero girando a la izquierda. Es que cuando el agua tiene que elegir a que lado girar para formar el embudo en la boca del desagüe elige girar a la izquierda salvo que haya algún impedimento físico que la haga girar al otro lado para vaciarse.

Las aguas en general en este mundo, aunque aparenten estar totalmente tranquilas y quietas están en un equilibrio relativo porque se encuentran en un sistema mayor que está girando de este a oeste y éste a su vez girando alrededor del sol y todavía, todo el sistema en la vía láctea y todo el universo expandiéndose a una velocidad tal, que a cualquiera le daría vértigo si se pone a pensarlo.

Huracán desde el satélite
Otro ejemplo son los ciclones, remolinos y huracanes cuyas imágenes las podemos apreciar recién desde más arriba gracias a los satélites que han registrado estos fenómenos colosales que al girar van arrastrando todo hacia el cono central y extienden sus brazos hacia afuera en una línea curva espiral que tiene que ver con la proporción áurea y las series de Fibonaci para su construcción geométrica.

Galaxia espiral con brazos
Naturalmente que el punto de vista es importante porque aquí como en la bañera vemos el fenómeno desde arriba. Es que no es usual verlo desde abajo. Pero estamos llegando al límite de las posibles ubicaciones de los puntos de vista, porque en el espacio exterior ya es imposible determinar que es arriba y que abajo y menos donde es izquierdo o derecha. Sin embargo, cuando se han retratado galaxias desde la Tierra han mostrado el mismo sentido de giro como se ve en la imagen.

Allí ya empiezan a aparecen ejemplos que giran en sentido contrario es decir de movimientos dextrógiros también. Es que allá afuera ya no tiene sentido ni pensar ni hablar de sentido de giro. O tal vez sea mejor decir como en la teoría de la relatividad que todo está en función del observador y de la velocidad a la que se desplazan tanto el objeto como el sujeto y entre sí. Es que desde el rinconcito del universo donde la Tierra se halla ubicada vemos unas galaxias desde "arriba" y otras desde "abajo" y por eso ya no podemos decidir en que sentido giran.

Mientras le iba dando forma a esta primera parte pude ver este vídeo que muestra precisamente la misma idea que está implícita en lo que escribía con el añadido que se pueden ver imágenes  de giros a la izquierda que me interesaba colocar en esta entrada. Y otra cosa más. La colección que se presenta en ese sitio que titula Here, There and Everywhere, fue tomada de una canción de Los Beatles y rescata aquella sentencia antigua de sabiduría que en uno de sus principios declara que, "así como es arriba es abajo" y viceversa que aparece en el Kybalion y se atribuye a Hermes Trismegisto.

Podemos todavía observar una imagen de un agujero negro que por efecto de la gravedad hace que todo lo que engulle se coloque girando a su alrededor para ingresar tangencialmente por el hoyo (podemos decir) "hacia abajo" en lenguaje terrestre y, también gira a la izquierda.

Agujero Negro
En la naturaleza aparte de estos ejemplos en movimiento ya citados encontramos ejemplos que se pueden explicar en la medida en que corresponden a lineas geométricas como espirales de varios tipos o dobles espirales que son representaciones congeladas de otro tipo de movimiento como el crecimiento o desarrollo que tuvieron o la huella que dejó este movimiento. Esto ocurre en plantas y animales.

Algunos ejemplos de ello son los girasoles, el Nautilus, la acomodación de los pétalos de una rosa, la piña de un abeto, las margaritas, etc.






Pero aquí nadie puede decir nada en relación a la dirección del giro porque no hay movimiento efectivo, por tanto no hay ni dirección ni sentido de giro. Hace falta algo que está más allá del objeto mismo, algo externo a él algo que le rodea, donde aparece, en que medio se inserta. Donde sucede ese algo para que podamos asignarle un sentido, algo así como el contexto. porque ya sabemos que son los contextos lo que le otorgan sentido a las cosas.

En las representaciones artísticas se ha usado esta curva espiral adquiriendo un significado de acuerdo a cada obra. Tenemos algunos ejemplos recogidos al azar mientras buscábamos imágenes con espirales y que muestro a continuación:







Más allá del significado que adquiera esta curva en cada obra pude constatar un hecho interesante. Como la aparición de esta curva en las obras ha sido una decisión del artista, él ha decidido usarla y representarla de la manera que vemos y en el sentido que se muestra y lo que pude advertir inmediatamente es que existe una amplia mayoría de ellos (no todos, claro está) que la representan girando a la izquierda. Puede ser concientemente como decisión deliberada pero prefiero creer que no lo es. Si fuera así como creo, me muestra indudablemente que se trata de la sensibilidad del artista que captó de inmediato que en la naturaleza esta curva se presenta preferentemente de este modo, girando hacia la izquierda.

Pero, ¿por qué a la izquierda? En el contexto de la historia de las ideas religiosas y políticas   encontramos representaciones de signos y símbolos que tienen un componente direccional.

Pero aquí el criterio de análisis es otro.

"Sentarse a la diestra de Dios", Marcos 16:19. Si Dios se coloca en el centro, la jerarquía inmediata que le sigue es a la derecha del personaje principal aunque nosotros lo veamos a su izquierda. En el siguiente nivel viene el lugar de la izquierda y así sucesivamente. Este criterio de distribución de las jerarquías ha influido y perdurado en un sinfín de contextos para ordenar lugares de sucesión y hacer que la lectura de esos órdenes sea más clara y legible de manera inmediata. Ha logrado imponer un modelo de orden jerárquico que va incluso hasta el nivel familiar y doméstico, y como está basado en la preeminencia del sexo masculino, nos ha legado una concepción patriarcal, machista y reaccionaria de la que no nos podemos librar tan fácilmente.

En el contexto de las ideas políticas pasa otro tanto. La caracterización de izquierda/derecha para la dirección que toman las ideas políticas, que hoy vuelve al escenario político en los medios, tuvo su origen en la revolución francesa en la asamblea constituyente que, tuvo que ordenar a los participantes en dos sectores. A la derecha de la cabeza para aquellos que querían restablecer y conservar el orden monárquico anterior. Y a la izquierda para aquellos que propugnaban la instauración de la república como nuevo orden. Entonces se trata de lugares ordenados de acuerdo a la testera, independiente desde donde se lo mire y que determina una caracterización en básicamente dos grupos de ideologías: aquellas revolucionarias, progresistas y avanzadas hacia la izquierda y las conservadoras y reaccionarias hacia la derecha. A partir de entonces, todas las propuestas políticas que ocurrieron en la historia se las clasificó con ese esquema. Demás está decir que en el transcurso apareció una postura intermedia de carácter conciliadora que se caracterizó como de centro y todas las combinaciones de este sistema que poco a poco empezó a convertirse en inutilizable por la complejidad en la clasificación que las posturas actuales le demandan a este esquema.

De todas formas, el acto de crear un orden como el esquema anterior y tratar de encajar la realidad a toda costa en el esquema izquierda/derecha o izquierda/centro/derecha y sus combinaciones tanto para sentarse como para clasificar las ideas políticas cuanto para organizar un cuadro religioso es sin lugar a dudas, en sí mismo, un acto reaccionario y quizás lo mejor es no gastar tanta tinta en esto y dejar que los análisis salgan libres de esquemas preconcebidos, porque eso si constituye un verdadero acto descolonizador.

En resumidas cuentas lo único que es rescatable de este acto valiente de hacer girar el reloj en sentido contrario es que gira a la izquierda y el levógiro está en consonancia con la naturaleza. Ahora el hecho que sea a la izquierda para mi, además tiene un sentido revolucionario con el que es posible contribuir al cambio del orden establecido, es consistente con los actos revolucionarios de un proceso que contribuye a cambiar la realidad y es coherente con la concepción general que anima este proceso.